Escena 11

A las puertas del Olimpo copado de espesa nieve dos vigías helados sisean sombras negras sobre el promontorio blanco, azotados por el aire ceniciento centinela de lo negro. “El aire esta denso y plagado de cenizas. Cólera amenaza el cielo allá por donde se lo mire. Oscuros deben estar esos sibaritas”. “Calla, necio, voltios podrían fulminarte. Se sabe a Zeus viejo y de Atenea nada se sabe. Las diosas adoradas, dicen”. “Yo digo, tu dices, él dice…se dice…se sabe…”. Dos centinelas, sombras, sombra son cuando por el camino un mensajero rápido si veloz volando a sus pies es llegado muerto. “Joven mensajero, decid vuestro mensaje…decidlo rápido”. “…uclhh… América y Asia…uclllh… muertas…”. El joven mensajero, fugaz, expirado es en los brazos del ceniciento promontorio nevado azotado por aire centinela donde dos cenicientas sombras cesan desvanecidas.